domingo, 12 de abril de 2015

ARRIEROS SOMOS


Hace años apareció en una tienda de antigüedades malagueña un supuesto cuadro de Moreno Carbonero, de dudosa firma y extraño paisaje de fondo que, tras el rechazo de los posibles adquirentes de aquél entonces, desapareció del mercado.
Pero en mayo del año 2003, promovida por el Ayuntamiento de Málaga, se expuso una gran muestra que recogía orgullosa, LA PINTURA MALAGUEÑA DEL SIGLO XIX EN COLECCIONES PARTICULARES.
Y en ella aparecía de nuevo dicha obra:

JOSE MORENO CARBONERO* (1858-1942)
"Arriero"  
Óleo/lienzo  41x30 cms.
Firmado: J. Moreno Carbonero*
Colección particular

FIRMA
que no logra superar
un somero análisis grafólogico


Hay un refrán popular que dice "arrieros somos y en el camino nos encontraremos". Pues allí estaba de nuevo, montado en su flamante jumento.
/Pero ATENCIÓN, un sutil detalle nos va a descubrir su verdadero autor: obsérvese el trozo de hoja de pita que aparece delante del burro; es la característica 'segunda firma' de GUILLERMO GÓMEZ GIL en sus paisajes terrestres/.


Cuando la baronesa Carmen Thyssen (antes Tita Cervera), inauguró el Museo de pintura costumbrista en Málaga, prestó una especial atención a la siguiente obra:

GUILLERMO GÓMEZ GIL (1862-1942)
"Cerca de la Fuente"
Óleo/lienzo  97x141 cms.
Firmado: G Gomez Gil
Pintado entre 1880 y 1885

El museo, especializado en pintura costumbrista, albergaba muy pocas obras de la Escuela Malagueña en comparación con la Sevillana, muy bien representada, por lo que interesaba hacer resaltar aquéllas. Las imágenes aparecidas en los medios de comunicación, con el primer edil y la baronesa ante el cuadro de Gómez Gil, fueron el estandarte de la inauguración del Museo en 2011.

La propietaria de la colección
y Francisco de la Torre -alcalde de la ciudad-
posan orgullosos ante la obra de temática malagueña.


Observando la figura central del cuadro en cuestión

encontramos al mismo arriero con la cabeza algo girada hacia la derecha, mirando hacia la fuente
y una hoja quebrada de pita en primer término.


Fue Guillermo Gómez Gil quien primero pintó este paisaje de la Fuente de Reding, terminándolo en 1885. Y doce años después cuando Moreno Carbonero realizó su obra del mismo título, un cuadro de grandes dimensiones (195x298 cms.) adquirido por el jurista y diplomático noruego Barón Fritz Wedel-Jarlsberg, que desempeñaba la cartera ministerial de Asuntos Exteriores de su país.

J. MORENO CARBONERO (1858-1942)
"La Fuente de Reding"   DETALLE
De este lienzo realizó una posterior réplica más modesta (22x55 cms.), pero ambas carentes de la figura del burro y su jinete.





   



     "La Fuente de Reding"
     Fotografía en ByN
     (c.1900)
     HAUSER y MENET
                           

Más tardíamente, también Murillo Carreras pintaría la misma 'Fuente' desde igual perspectiva, pero con carruajes.


Si todo apunta a que el autor de la figura del arriero y su burro es Guillermo Gómez Gil y no Moreno Carbonero, sólo faltaba la aparición en noviembre de 2012 -en SUBASTAS DURÁN (Madrid)- del siguiente cuadro:

GUILLERMO GÓMEZ GIL
"Campesino"  
Óleo s/lienzo  45x57 cms.
Firmado y fechado en 1896
Colección 'Castillo Torreblanca', Málaga
/En medio del camino, tras el arriero y su montura, un trozo de hoja de pita/


Y en amigable compañía, similares congéneres, en esta otra obra:








G. GÓMEZ GIL
"Campesinos en Murcia"
Óleo s/lienzo   80x100 cms.
Firmado: G Gomez Gil
Latin American Art, Dallas (USA)



Juzguen ustedes mismos.



Núm. 13

6 comentarios:

  1. Estimado G.A. para disipar la duda sobre la auditoria del cuadro expuesto, me pregunto si no se podría someter el mismo a experticia, analizando la firma, trazos, pinturas utilizadas, colores etc. Entiendo que puedan existir intereses inconfesables para no hacerlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por supuesto que es factible una expertización, pero a instancia de su actual propietario, que no dudo lo comprara de buena fé, e igualmente lo cedió a la Exposición mencionada creyendo que era original de Moreno Carbonero. Por eso es recomendable asesorarse por uno ó dos expertos -ajenos a la vía comercial y a ser posible veteranos- antes de decidir la adquisición de una obra de arte.
      Los titulares de talleres de restauración son también recomendables, pues a los conocimientos teóricos adquiridos en su formación académica (Bellas Artes), unen los empíricos propios de su trabajo -de los que carecen los profesores universitarios de Historia del Arte- (véase el capítulo núm. 39 /EXPERTOS EN ARTE/)

      Eliminar
  2. Gracias por su contestación. Entiendo que el actual propietario del cuadro si como me dice lo adquirió de buena fe, una vez conocida esta circunstancia debe de someter el cuadro a experticia, y reclamar en su caso al vendedor del mismo. De no hacer esta prueba pericial, entiendo que estaría incurriendo en responsabilidad, al presentar ante terceros un cuadro que no se corresponde con la firma del autor, que se puede interpretar como falso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Arduo y delicado tema el que plantea, pero que va a servir para informar desde aquí a quien se acerque al mercado del arte:
      a) las salas de subastas españolas, en sus condiciones generales de contratación, advierten que "no aceptan responsabilidad alguna" sobre autenticidad, antigüedad ó exactitud de lo ofertado en sus catálogos, por lo que después de 15 días de celebrada la venta pública, no reintegrararán el importe del lote al comprador, aún demostrándose que es obra falsa. Según estas empresas -que se declaran sólo como "mediadoras"- basándose en la costumbre internacional, el adquirente ha de cerciorarse antes de concurrir a la subasta, de la autenticidad de lo ofertado (?)
      b) sobre muestras de carácter público, culturales ó divulgativas, el Comisario de la Exposición incurre sólo en responsabilidad de carácter ético -no penal, ni pecuniaria- y de prestigio profesional, aunque dé lugar exponiendo obra falsa, a que ésta acabe como auténtica en el mercado, avalada por el catálogo editado para la muestra.
      c) las ventas entre particulares se producen la mayoría de las veces, sin facturas que recojan fehacientemente todos los pormenores de la obra de arte, por lo que la hipotética reclamación judicial en caso de demostrarse pericialmente su falsedad, se convierte en un laberinto procesal de difícil solución.
      d) sobre fallidas adquisiciones realizadas por museos, veáse el capítulo núm. 4 /"PICASSOS" EN MÁLAGA/ ó los conflictos surgidos en la multimillonaria compra del supuesto cuadro de Georges de la Tour -"La buenaventura"-, aún sin resolver.

      Gracias por su intervención. SALUDOS

      Eliminar
  3. Estimado Gonzalo,

    Me gustaría hacerle algunas preguntas sobre este tema en privado. Cómo puedo contactarlo?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sra. Alcalá: conocedor de sus trabajos en conservación y expertización de obras de arte, tendré sumo gusto en atender sus dudas, por lo que he facilitado a don Rubén Berzosa el correo al que podrá dirigirse para contactar conmigo.
      SALUDOS

      Eliminar